sábado, 18 de septiembre de 2010

Transitando caminos del amanecer




















Conocí la guerra del silencio

El puñal de la palabra muerta

Que apuñala el viento

La parieron p´enterrarla

Devastado paisaje

Desde entonces no fui la misma,

Ahora no me callo si una

Insignificante o grande, no me callo

Y si es de hielo, que me congele,

Si es de volcán, que me consuma,

Pero ya callarme, nunca.

Preferí cargar a cuestas con todo lo dicho,

Que con el peso de lo que se calla

Lo que se quedo en suspiro, sosiego,

Cáscara que escupe el viento

Pudre el aliento y envenena el alma.

Ya no más,

No más tinta que se seca en el tintero.

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